martes, 27 de noviembre de 2007
lunes, 26 de noviembre de 2007
Entrevista a Raúl Gámez
Las camisetas de Vélez, enmarcadas en cuadros vidriados, adornan la sala que antecede a las oficinas de la Comisión Directiva. La espera es efímera luego de anunciarme. Raúl Gámez, que durante el diálogo me aclarará que ya no es más el vice del club, me recibe amablemente en la oficina presidencial, lo que demuestra que sigue siendo quien manda en el club de Liniers. Su agitada agenda hace que no haya una iniciación protocolar, por lo que la entrevista comienza, directa y punzante:
¿Hay democracia en la AFA?
―Te digo que no, rotundamente. De hecho, estas elecciones fueron una vez más antidemocráticas, por el estatuto que tiene AFA. Grondona fue el único que se presentó. Con eso te digo todo.
―Pero supongo que la falta de democracia de la que usted habla no sólo pasa por el sistema electoral. ¿Que otras cosas hay, concretamente?
―Bueno son varias cosas. Grondona tiene el manejo de la plata, que es una necesidad de todos los clubes. Está provocado por él que los clubes sean pobres para hacer más fáciles de manejar. El fútbol tiene un negocio tan importante que si se defendiera para los clubes, dejaríamos de ser deficitarios.
―¿Y en el aspecto deportivo?
―Otro de los temores. Grondona maneja los árbitros y el tribunal de disciplina. Esto significa que, ante algún disturbio, tengamos que arrodillarnos ante él para no ser sancionados. Con estas cosas, los clubes le tienen temor. Lo de los árbitros me lo reservo.
―¿Nadie levanta la voz ante estos temores, además de usted?
―Mauricio Macri, presidente de Boca, ahora que se va dijo que no estaba de acuerdo con este sistema de conducción, cosa que si lo hubiera dicho antes, podrían haber tenido otro resultado la confrontación con el sistema, sobre todo por ser Boca un club tan importante dentro del fútbol argentino.
―¿Que opina de los gerenciamientos?
―Grondona está de acuerdo porque es un miserable. Sabe que eso le hace mucho daño a los clubes. A las empresas que intentan gerenciar el fútbol les va muy mal, como a Torneos y Competencias con Argentinos y otras que han hecho desaparecer a clubes. A Racing también le fue mal. Ha salido campeón porque a Grondona le convenía que salga campeón, para consagrar los gerenciamientos.
―Volviendo al tema. La asamblea es la que se encarga de, entre otras cosas, elegir los integrantes del Comité Ejecutivo y al presidente. Pero el titular de la AFA es el presidente de la Asamblea, del Comité Ejecutivo… (me interrumpe)
―Maneja todo. Es el presidente de todo. El que no concuerda con él, ésta equivocado. Grondona ni siquiera escucha las propuestas ni las preguntas. En la última asamblea, cuando el representante de Vélez, quiso hacer algunas preguntas con respecto al balance, Grondona mismo tomó el micrófono y acusó a Vélez de haber pedido plata allá por el 2001. Preguntó por qué no venían los dirigentes de aquella época, refiriéndose a mí, pero yo no era dirigente en aquel entonces. Las preguntas molestaron y desvió el tema, llevándose por delante a un asambleísta que lo único que quería era aclarar un tema. Así es con todos los que no concuerdan con él.
―¿Se puede terminar con esta antidemocracia de la que usted habla, entonces?
―Voy a luchar para eso.
¿Hay democracia en la AFA?
―Te digo que no, rotundamente. De hecho, estas elecciones fueron una vez más antidemocráticas, por el estatuto que tiene AFA. Grondona fue el único que se presentó. Con eso te digo todo.
―Pero supongo que la falta de democracia de la que usted habla no sólo pasa por el sistema electoral. ¿Que otras cosas hay, concretamente?
―Bueno son varias cosas. Grondona tiene el manejo de la plata, que es una necesidad de todos los clubes. Está provocado por él que los clubes sean pobres para hacer más fáciles de manejar. El fútbol tiene un negocio tan importante que si se defendiera para los clubes, dejaríamos de ser deficitarios.
―¿Y en el aspecto deportivo?
―Otro de los temores. Grondona maneja los árbitros y el tribunal de disciplina. Esto significa que, ante algún disturbio, tengamos que arrodillarnos ante él para no ser sancionados. Con estas cosas, los clubes le tienen temor. Lo de los árbitros me lo reservo.
―¿Nadie levanta la voz ante estos temores, además de usted?
―Mauricio Macri, presidente de Boca, ahora que se va dijo que no estaba de acuerdo con este sistema de conducción, cosa que si lo hubiera dicho antes, podrían haber tenido otro resultado la confrontación con el sistema, sobre todo por ser Boca un club tan importante dentro del fútbol argentino.
―¿Que opina de los gerenciamientos?
―Grondona está de acuerdo porque es un miserable. Sabe que eso le hace mucho daño a los clubes. A las empresas que intentan gerenciar el fútbol les va muy mal, como a Torneos y Competencias con Argentinos y otras que han hecho desaparecer a clubes. A Racing también le fue mal. Ha salido campeón porque a Grondona le convenía que salga campeón, para consagrar los gerenciamientos.
―Volviendo al tema. La asamblea es la que se encarga de, entre otras cosas, elegir los integrantes del Comité Ejecutivo y al presidente. Pero el titular de la AFA es el presidente de la Asamblea, del Comité Ejecutivo… (me interrumpe)
―Maneja todo. Es el presidente de todo. El que no concuerda con él, ésta equivocado. Grondona ni siquiera escucha las propuestas ni las preguntas. En la última asamblea, cuando el representante de Vélez, quiso hacer algunas preguntas con respecto al balance, Grondona mismo tomó el micrófono y acusó a Vélez de haber pedido plata allá por el 2001. Preguntó por qué no venían los dirigentes de aquella época, refiriéndose a mí, pero yo no era dirigente en aquel entonces. Las preguntas molestaron y desvió el tema, llevándose por delante a un asambleísta que lo único que quería era aclarar un tema. Así es con todos los que no concuerdan con él.
―¿Se puede terminar con esta antidemocracia de la que usted habla, entonces?
―Voy a luchar para eso.
Grondona: El Don del fútbol argentino

Hablar de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) es hablar de Julio Humberto Grondona, como así también hablar de Don Julio es hablar de la AFA. Resulta impensado no referirse a uno cuando se habla del otro. Casi podría decirse que ambos nombres sabrían añadirse en el diccionario de sinónimos, o al menos en el catálogo de la jerga futbolera. Todo esto se ve acentuado con la flamante reelección que el hombre de 76 años consiguió en la 115º Asamblea Ordinaria, que lo llevará a su octavo mandato como presidente de la asociación, hasta 2011.
“La AFA es mi vida” suele decir Grondona, y con seguridad nadie podría atreverse a impugnar esta afirmación, ya que cuando se cumpla el actual mandato dentro de 4 años, el mandamás del fútbol argentino cumplirá 32 años al frente de la entidad.
Pero el hecho no termina allí, en datos estadísticos. El principal interrogante es saber cómo este hombre ha logrado mantenerse tanto tiempo en su cargo, el cual supone un poder casi absoluto de todo lo que rodea a la Nº 5. ¿Nadie aspira a sucederlo? ¿Nadie se cree con las aptitudes necesarias para sobrellevar la labor?
Se sabe que, hasta en los pasillos mismos de la AFA, con menguadas voces, se apoda a Don Julio Grondona como el “Padrino”. Para la inmensa cantidad de espectadores de la película de Francis Ford Coppola y para los muchos lectores del libro de Mario Puzo, el apodo y las cualidades inherentes a este sobrenombre son reconocidos instantáneamente. ¿Será esta la verdadera razón de su dilatado mandato? ¿O sólo son conjeturas y todo se debe a su inigualable e insospechada capacidad?
Un recorrido por la historia
La Asociación del Fútbol Argentino fue fundada el 21 de febrero de 1893, siendo la primera entidad de fútbol de Latinoamérica. Asimismo, es actualmente la más poderosa del continente americano y una de las más fuertes del mundo.
Este logro siempre fue atribuido a Julio Grondona, ya que a pesar de que el primer título mundial fue alcanzado un año antes de su asunción, de la mano del anterior presidente Alfredo Cantilo, la Copa lograda en 1978 fue salpicada de suspicacias por las presuntas artimañas del Gobierno de la dictadura militar que regía en el país para lograr el título (entre ellas el tan polémico partido que la Argentina le ganó 6 a 0 a Perú). Por otro lado, críticos menos desconfiados, desprestigiaron el campeonato obtenido aludiendo a la localía y sus consecuentes ventajas.
Lo cierto es que la Copa del Mundo ganada en 1986, de la mano del gran Diego Maradona, catapultó al fútbol argentino a la gloria mundial, ya que el título fue logrado en tierras extranjeras y también porque precisamente Maradona fue considerado el mejor jugador del mundo. De esta manera, la Selección Nacional se equiparó a los países más poderosos en este deporte. Obviamente, Grondona alcanzó también una gran notoriedad y se lo consideró el mejor dirigente en la historia de la AFA. Pero este no fue el único ni el más importante reconocimiento: como premio a su compromiso con el fútbol de su país y del mundo, en 1988 fue nombrado vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) y también como vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), dejando su anterior cargo como miembro de la Comisión Técnica.
Antes de su admirable graduación, Julio Grondona se había adjudicado la presidencia de la AFA en 1979, luego de ser el fundador (junto a familiares) y presidente del Arsenal Fútbol Club de Sarandí, y de ser asimismo presidente de Independiente, cargo que entre 1979 y 1981 conllevó con la presidencia de la AFA.
Ni siquiera él hubiese imaginado por aquellos años de festejos futboleros y pavores políticos, que se conservaría tanto tiempo como presidente de la AFA. Pero con firmeza, Grondona consiguió batir el récord de Raúl Colombo, el presidente que más tiempo se había mantenido como cabeza de la AFA (8 años, entre 1956 y 1964) hasta la asunción de Don Julio.
Entre incondicionales, temerosos y detractores
Los 28 años que Grondona lleva al mando del fútbol argentino, sumado a los cuatro que están por venir, hacen pensar que seguirá en el poder hasta su muerte. Sin embargo, en estos últimos años el jefe de la AFA halló en su camino una piedra bastante pesada: el ahora ex vicepresidente de Vélez, Raúl Gámez. La vida política de Gámez en el club de Liniers fue realmente exitosa, pues estabilizó económicamente a la institución y obtuvo títulos deportivos. Pero este hombre, que presenta un pasado como barra del club, no se limitó a esa función, sino que lentamente inició un camino de lucha política para acceder al lugar que desde hace tanto ostenta Grondona, a pesar de que él mismo insista en que sólo quiere cambiar el sistema. La reciente reelección de su enemigo político significó un duro golpe para Gámez. Inmediatamente decidió renunciar a la vicepresidencia de Vélez, y al preguntársele el porqué de tan drástica decisión, dijo: “Con esta reelección, dejo la vicepresidencia de Vélez para no involucrar al club en una discusión que tengo y voy a mantener con Grondona y con el sistema de la AFA, que es mafioso”.
¿Hay mafia en la AFA? Los dichos de Gámez no dejan lugar a dudas sobre su opinión, pero lo importante es saber qué opinan otros dirigentes del fútbol argentino. Lo que resulta al menos llamativo es que, con la única excepción de Gámez, ningún dirigente pretenda llegar al sillón presidencial.
Fernando Raffaini es el representante de Vélez en la AFA, él nos dijo que “el día de la 115º Asamblea, en la que Grondona fue reelegido, levanté la voz para cuestionar ciertas actitudes y disposiciones de la AFA, pero hubo quienes me silbaban y decían que dejara de preguntar. Pero después, otros dirigentes me dijeron que ellos querían que siga hablando”. Esta aseveración nos da la pauta de que los votos a favor de su reelección no coinciden con el pensamiento de varios directivos de segunda línea. Estas mismas fuentes aseveran a coro que los clubes no contradicen públicamente a Grondona por miedo a ser víctimas de represalias.
A raíz de esta declaración, este medio consultó a directivos de otros clubes para saber si este temor era real. En Argentinos Juniors, Adrián Miguez, vocal y candidato a Secretario General del Gobierno de Luis Segura., ante la pregunta de si Grondona era votado por que era el más capaz para ejercer el cargo, afirmó: “Mirá, de las puertas para afuera de la AFA, el 80 o 90 por ciento opina que no es el mejor, pero de las puertas para adentro, todos lo votan”. Sin embargo, luego aseveró que “la democracia en la AFA existe, por que presidente podés ser vos, yo, cualquiera que se presente”. Inmediatamente le pregunté por qué, si esto es así, nadie se presenta como candidato. Miguez respondió: “El fútbol tiene un mito. Alguien dice ′a este no lo quiero más, pero ¿y si me manda al descenso? No, ¿vos sos boludo? (sic) Dejalo a Grondona, si yo lo que quiero es no irme a la B ′. Este es el mito, pero los árbitros se equivocan porque son malos. Siempre viene uno que te dice que si le das tanto, el árbitro te favorece. Si se da la casualidad, el mito se alimenta. Y por ahí, el árbitro nunca se entera de nada. Pero hay gente que juega a la lotería con estas cosas”.
La quita de puntos a los clubes mermó considerablemente en los últimos años, ya que Grondona prefiere que “los partidos se ganen en la cancha”. Sin embargo, en la temporada 88/89, Racing se encontraba en la cima de la tabla de posiciones y se enfrentaba a Boca, en el Cilindro de Avellaneda. Una bomba cayó al campo de juego y dejó inconsciente a Navarro Montoya, arquero xeneize. De Stefano, presidente de la entidad académica, mantenía disputas por los ingresos de los clubes con Grondona. Como consecuencia, la sanción a Racing pareció extremadamente severa: le dieron por perdido el partido, le descontaron 5 puntos y le suspendieron la cancha por 3 partidos. ¿Quién fue el campeón? Independiente, club del que Grondona fue presidente y simpatizante.
La sanción a Racing marcó un antes y un después en el fútbol argentino, ya que el artículo 152 del Reglamento General de AFA fue modificado luego de dicha pena: ya no se daría por ganado un partido fuera de la cancha. Sin embargo, la severidad del castigo dejó instalado el temor a una discrepancia con Don Julio. Con De Stefano también como presidente, se dio la misma situación con el arquero Angel Comizzo, aunque en esta ocasión no se le dio el partido ganado a River.
En San Lorenzo, Miguel Matas, vocal titular de comisión directiva, cuando fue consultado sobre si el apoyo a Grondona fue una decisión exclusiva del Rafael Savino, (presidente del club de Boedo y que ascendió a Secretario General en la AFA) aseveró: “el voto a favor fue por decisión institucional, no por una decisión unipersonal de Savino”. Sin embargo, Matas confiesa que a la hora del sufragio hay una presión implícita, pero ésta no atañe a lo deportivo: “Yo pienso que la mayor presión que se ejerce es financiera. Desde el espacio deportivo la cosa no es tan lineal, de hecho clubes de principales aliados a Grondona, como Quilmes y El Porvenir, han descendido”. Por último, le pregunté si en definitiva creía él que había democracia en la AFA, a lo que respondió: “Desde lo formal, se cumplen todos los pasos democráticos. Cada club, sin importar su envergadura, tiene un voto por igual. Pero en la práctica, ninguna democracia es tal cuando durante tanto tiempo se mantiene un solo poder, sin alternancia de ideas”.
El miedo de los clubes, según Matas, es por la repartición de la plata. El caso de Vélez es significativo: el club de Liniers logró cobrar por derechos de TV el mismo dinero que perciben Racing, Independiente y San Lorenzo. De ahí una explicación a la renuncia de Gámez: si él se queda, Vélez pasa a cobrar al nivel de, por ejemplo, Estudiantes y Gimnasia. Por otro lado, en la última Asamblea (como se señala más arriba) Raffaini pidió explicaciones sobre el balance y el mismo Grondona lo cruzó duramente recordándole que le había prestado plata a Vélez en 2001 (ver La resistencia). La lectura que puede hacerse es ¿cómo me cuestionas si te presté plata? Los representantes de los otros clubes ahí presentes ¿se aventurarían a cuestionarlo, entonces?
No hace mucho, el plantel de Almagro se negó a entrenarse por falta de pago de sueldos. La dirigencia del club acudió a Grondona y éste, con un préstamo, solucionó el conflicto. Esta misma dirigencia, se atrevería a votar en contra de Don Julio? No, seguramente. Grondona tiene los mejores sponsors, mientras los clubes tienen otros de menor relevancia, lo que demuestra la dependencia y el consecuente temor.
La reflexión de Matas es la de muchos. La pregunta, entonces, se reformula sola, ¿porqué esta falta de democracia? Para Ariel Crespo, periodista de Los Secretos del Poder, que fue Secretario del Gobierno de Osvaldo Otero en Racing: “Hay dirigentes que se alían a Grondona por una conveniencia personal y lo votan, poco les importa sus clubes. Tenes el caso de Aguilar, que ahora es el vice de la AFA y recién Grondona lo acaba de nombrar abogado en la FIFA, donde gana 20.000 euros por mes. Pero si te fijas, en River lo quieren matar. A Otero le fue mal en Racing, pero resulta que él mismo preparó el contrato con Blanquiceleste, por ser empleado de Grondona”, cerró. Luego de su declaración, profundizó: “Grondona tiene así un poder enorme, no a nivel nacional, sino mundial. Es el dueño de la FIFA. Si te le plantas, ¿ cuánto durás hasta que te desafilien? ¿Un día, tres horas? Es imposible, imposible bajarlo”.
La conclusión es innegable. Las voces de disconformidad proliferan cuando se está lejos de la calle Viamonte, pero se acallan cerca de ella, por temores a las represalias antes señaladas.
De esta manera, la AFA y Grondona continúan fundidos en un solo ente. La asociación es equivalente al hombre. El poder que Julio Grondona ha conseguido le permite dominar las riendas del fútbol argentino, a pesar de ciertas iniquidades en el sistema. Lo esencial es invisible a los ojos, le dijo el zorro al Principito. Esto, al menos, es lo que parece. Mientas tanto, el anillo de Grondona seguirá golpeando el escritorio presidencial de la AFA.
sábado, 24 de noviembre de 2007
Elecciones estatuyentes en Sociales
Centro de estudiantes paralelo y la lucha por la caja de la facultad
Centro de estudiantes paralelo y la lucha por la caja de la facultad
“La izquierda anda en chancletas”, fue la frase de Néstor Pitrola, del Partido Obrero (PO), cuando le pregunté si el eje de la lucha en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA pasaba por una cuestión monetaria. Para la cúpula del partido que tiene la presidencia del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales (CECSO), los embates de agrupaciones simpatizantes al Gobierno Nacional buscan debilitar el movimiento estudiantil, quebrarlo. Pero no pueden buscar dinero con las iniciativas planteadas. Su respuesta había sido bastante gráfica.
Según fuentes vinculadas a la oposición contra el PO, el superávit que generó la venta de apuntes en 2007 es de 140.000 pesos semestrales, aproximadamente. Parte de esos 280.000 pesos anuales de excedente está destinado a becas de apuntes y el mantenimiento de la estructura, tanto del centro de estudiantes, como de la Secretaría de Apuntes que depende del mismo. Por otra parte, hay estudios que demostraron que el excedente en años anteriores, considerando un ciclo lectivo regular de 8 meses dejó un resto neto de 132.096 peses anuales. Una cifra considerablemente menor. Pero, ambos datos conformaban el primer indicio de que la disputa es por algo más que chancletas.
Sin embargo, actualmente la retórica de los discursos gira en torno a un estatuto que regule la actividad de la gremial estudiantil, que se respete independientemente de la agrupación o frente que obtenga la presidencia por elecciones directas. El tema de la caja de apuntes parecería relegado a un segundo plano. Y lo estará hasta analizar de qué se trata el estatuto, qué consecuencias acarrea y quienes llevan adelante la propuesta.
La Vallese es la agrupación que arenga para regular la actividad del CECSO. Desde 2004, cuando perdió las elecciones para el centro de estudiantes, la entidad se ha autoproclamado como oposición a la conducción por parte del PO, en el frente Oktubre. Ese mismo año, presentó una moción para que se tratara el reglamento. El resultado fue un compromiso para desarrollar el debate en torno al estatuto, votado por unanimidad. No obstante, sólo se celebraron tres reuniones y el tema no avanzó.
Sin poder obtener la mayoría de los votos para hacerse de la presidencia, los integrantes de La Vallese decidieron realizar consultas públicas. Los contenidos de la currícula de las carreras de la facultad, el excedente de la Secretaría de Apuntes y el estatuto para el centro, fueron las propuestas refrendadas. Alrededor de 3000 alumnos contestaron el total de las encuestas. Las conclusiones publicadas fueron: licenciaturas demasiado largas y un centro que se autorregula y maneja mucho dinero. Los objetivos empezaban a definirse y el plan de acción también.
El único sendero posible era el de generar un nuevo espacio para disputarle el poder al PO. De esa manera surgió la idea llevar adelante una elección para formar una comisión estatuyente. El argumento tiene lógica: “Hay partidos sin estado”, sintetizó Soledad Palomino, vocera de La Vallese. Promover reglas claras para la actividad de la herramienta estudiantil más importante y generar un marco legal para su regulación, son propuestas a las que ninguna fracción se opone. El problema surge por el camino planteado y la consecuencia directa que devendrá: el surgimiento de un CECSO paralelo. Un objetivo contemplado, tal como lo aclaró Palomino. Y buscado, por como enfatizó con alegría ese punto. La “nueva herramienta gremial” contará con un espacio físico dentro de la facultad e intentará captar el flujo de apuntes que circulan por fuera del centro actualmente.
Desde 1894, cuando se fundó La Línea Recta en la Facultad de Ingeniería de la UBA, el primer centro de estudiantes de Argentina, no se observó una división de estas características en el movimiento. Al promover el desmembramiento del CECSO, se está debilitando como nunca el poder del alumnado. Ese es el argumento principal de los dirigentes del PO, tanto en los pasillos de la facultad, como en su local en Ayacucho 448. Sin embargo es mucho más lo que está en juego. Para develarlo, hay que averiguar quienes integran La Vallese.
De Felipe a Fernández
La agrupación tomó el nombre del primer desaparecido de la juventud argentina. Felipe Vallese tenía 23 años y era delegado metalúrgico. Fue secuestrado y desaparecido el 23 de Agosto de 1962. Los grupos de tareas de la, autodenominada, Revolución Libertadora lo capturaron en la calle Canalejas, cuando intentaba aferrarse a un árbol para evitar que lo llevaran. Luego lo asesinaron.
No es casual ampararse bajo tal nombre, porque justamente a esa época se remonta la estructura en la que está incluida la agrupación. Los resabios de la Guardia de Hierro sustentan, en una de sus puntas, a La Vallese. En 1961, Alejandro el Gallego Álvarez fundó ese movimiento de ultra derecha peronista, que continuó hasta la presidencia de Néstor Kirchner. Y en el mandado de Fernando de la Rúa, varios de los guardianes estuvieron involucrados en escándalos por corrupción. Entre ellos Genaro Cortartese, quien a fines de 1998 fue procesado por el juez Adolfo Bagnasco por el caso IBM –Banco Nación. O Alberto Flamarique, principal operador político de la controvertida reforma laboral, en el Congreso de la Nación.
Hoy, Alejandro Álvarez hijo, el Galleguito, financia la arquitectura de quienes promueven el CECSO paralelo. Según uno de los dirigentes de la juventud del Frente para la Victoria, la Banda del Galleguito costea a La Vallese y, pese a que no tienen una estructura partidaria propia con proyecciones nacionales, cuenta con otras agrupaciones en varias facultades, tanto en Buenos Aires como en otras provincias. La mayoría, integrantes del Frente Universitario de Liberación Nacional (FULNA). Allí se encuentran núcleados, entre otros: El agite, en la facultad de Ciencias Exactas de la UBA, y La Kusch, en Filosofía y Letras.
El pie del FULNA en Sociales mantiene la misma organización de la vieja Guardia de Hierro. Aunque, por la coyuntura política actual, se definen como un movimiento de la izquierda. Pese a que ese último término se circunscriba exclusivamente a la política kirchnerista. Son Nacionalistas antiimperialistas que buscan formar un partido de cuadros con una organización hermética.
Sin embargo, la trama de relaciones de La Vallese no termina ahí. Además del financiamiento de los restos de la Guardia de Hierro, cuentan con el apoyo de la gestión del decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Federico Schuster. Así como también de algunos profesores que no coinciden ideológicamente con la conducción del PO.
También están vinculados con Nexo, la asociación del Claustro de Graduados con más consejeros en la dirección de la carrera de Ciencias de la Comunicación desde hace varios años. (ver: “Fueron rompiendo…”). Muchos de sus integrantes ostentan cargos en el Ministerio de Educación.
Esa misma agrupación está vinculada a Gonzalo Arias, el operador político de Alberto Fernández en la carrera de Sociología de la misma facultad. Arias fue quien intentó llevar a cabo prácticas propias de punteros políticos, en las elecciones pasadas, para promover el desplazamiento de Lucas Rubinich –uno de los perfilados a quedarse con el Decanato de Ciencias Sociales- como director de Sociología, a favor de Daniel Feierstein, el candidato oficialista, aunque sin resultados favorables.
La representación de los números
El mecanismo que ha llevado adelante La Vallese para sustentar la legitimidad de sus propuestas, por fuera del centro de estudiantes, han consistido en la elaboración y publicación de encuestas. Según los datos brindados por esa asociación, 2157 estudiantes de todas las carreras de la Facultad de Ciencias Sociales manifestaron su interés por la creación de un estatuto. Contrastaron esos números con los votos obtenidos por el frente Oktubre en las elecciones de 2006, dónde los kirchneristas no participaron.
La voz disidente se valió del porcentaje mayoritario (los 1114 con los que ganó Oktubre) para verse favorecido en la comparación, no del total de votos de la elección ni del número completo de estudiantes de la facultad. Los 2157 consultados por si consideraban correcto un estatuto independientemente de la agrupación, representan el 51.2 % de los 4228 que votaron en una elección optativa por una agrupación en particular. Y si consideramos a los 26.000 estudiantes de la facultad, el porcentaje representativo es mucho menor.
Después del sufragio de este año, en los que se impuso Oktubre nuevamente, se realizaron otros por fuera de la gremial estudiantil y, en principio, también independientemente de la gestión de la facultad. Se presentaron las listas para la conformar la comisión encargada de elaborar el estatuto y darle cauce a las 2157 voces que se interesaron en el asunto.
Alternativa Académica, Miguel Strogoff, La Puiggros, Lista Independiente de Sociales (LIS), Salvador Allende, Acción Universitaria- PSODE y La Vallese fueron quienes presentaron listas para llevar a cabo la estatuyente. Estos últimos contarán con 17 delegados para tal fin. Son 12 más que La Puiggrós, segunda fuerza de esa elección.
“Todos los centros tienen un estatuto y personería jurídica”, exclamó Soledad Palomino, de La Vallese. También dejó en claro que no buscan limitar el poder del CECSO, sino controlar la gestión. Eso es lo que buscan con la formación de la estatuyente. Pero también acarrea algunas consideraciones que no deben pasarse por alto.
Los problemas del estatuto, el PO responde
La postura desde el PO en la presidencia del centro de estudiantes es simplemente de repudio. Los voceros de Oktubre aclararon que no están en contra de un estatuto que regule la actividad de la gremial estudiantil. Pero las prácticas llevadas adelante buscan meter al gobierno en la facultad. Consideran que al canalizar la iniciativa por fuera del CECSO, lo que busca La Vallese es debilitar la herramienta gremial de los alumnos y formar un centro paralelo. Este último punto confirmado por la vocera de la agrupación rival.
En un boletín firmado por Oktubre, El Viejo Topo, Dale!, Prisma, Contra Hegemonía, Jóvenes por la Igualdad (ARI), Estudiantes Humanistas y el frente Juntos por Sociales (kirchneristas), manifestaron su repudio a los comicios de la estatuyente. Y desmintieron que hayan participado 1020 personas, bajando el número a 300.
Además de la creación de una gremial disidente, darle personería jurídica a la gremial involucraría otros costos. El gobierno nacional, a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Inspección General de Justicia (IGJ) aumentaría los aparatos de control sobre el centro.
El fantasma de Franja Morada
No es la primera vez que la caja de los centros de estudiantes de la UBA está en el ojo de la tormenta. El la década del 90, con la hegemonía de la Juventud Radical en las gremiales, estalló el escándalo por desviación de fondos a punteros políticos.
En esa época no se hablaba de una caja chica, para referirse a las sumas de dinero de los fondos estudiantiles. Pero el aparato creado por Franja Morada desde el gobierno de Raúl Alfonsín, es el fantasma que asecha a las agrupaciones y funciona como trasfondo de las disputas de poder y los fondos que manejan las organizaciones de estudiantes.
Conseguir que una organización tenga el gobierno de las facultades, controlen las dependencias, recaude y reparta para los punteros políticos, es adecuar el modelo de Franja a la actualidad y lo que buscan varias agrupaciones. Esa fue la síntesis de Guillermo de Carli, titular de Taller II de la Facultad de Ciencias Sociales y uno de los docentes disidentes a la actual gestión, junto a Carlos Savransky y Carlos Mangone.
Los partidos de la izquierda argentina presiden la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y algunos de los centros de estudiantes, como el de Ciencias Sociales. En esos espacios, el kirchnerismo no pudo consolidarse para ocupar el lugar de Franja Morada.
Si la izquierda anda en chancletas, el entramado de relaciones políticas detrás de la disputa por la caja del CECSO, da a entender que el gobierno quiere usarlas y teñirlas de morado.
Los graduados y su apoyo al gobierno
“Fueron rompiendo su relación con la izquierda”
La lucha de poder y fondos que se está librando en la Facultad de Ciencias Sociales, tiene varios frentes. Uno está liderado por La Vallese y su intento de crear un centro de estudiantes paralelo. El otro se libra en el claustro de graduados.
Nexo es agrupación de egresados análoga a la primera. Desde hace diez años controla la dirección de Ciencias de la Comunicación. Y en las últimas elecciones se llevó el 73.5 % y pudo colocar 5 consejeros. También resultó determinante, con sus votos, para elevar a Alejandro Kaufman como director de la carrera. Ello en detrimento de Carlos Mangone, el candidato de los, propuesto por el Partido Obrero, quien obtuvo 2258 votos, pero no pudo competir contra los 327 de graduados y 54 de profesores que porcentualmente consagraron a Kaufman.
Carlos Savransky también participó como candidato a director de la carrera. Aunque originalmente estaba aliado con Mangone para representar la voz disidente en el Consejo Superior. Él fue el encargado de explicar la relación de Nexo, La Vallese y el kirchnerismo.
-¿Nexo es oficialista?
Ahora sí. Ellos se formaron como agrupación de graduados para disputarle el poder a Franja Morada. En esa época y durante los primeros 6 años tenían postura contra la burocracia de la facultad que reivindicaba las posiciones en contra de esa conducción hermética. Pero después cambió y actualmente, pese a no declararse oficialmente kirchneristas, llevan adelante políticas acorde a las del gobierno nacional.
-¿A qué se debe ese cambio?
Cuando eran oposición, estaba Carlos Menem como presidente. Pero las políticas de los derechos humanos impulsadas por (Néstor) Kirchner y su gobierno fueron seduciendo a los integrantes de Nexo. También eso influyó mucho a gente que provenía de la JP (Juventud Peronista) y afines a los ex montoneros. Pasó lo mismo que con el movimiento piquetero. Con Menem y (Eduardo) Duhalde ellos intentaban oponerse al gobierno, pero después fueron apoyando progresivamente a Kirchner. Luis D´Elia es el ejemplo más claro. Convirtió a su movimiento en un espacio de apoyo al gobierno y terminó como funcionario público. Rompió con los sectores que articulaba. Esa división de aguas dentro de los movimientos piqueteros explica, también, a lo que pasa en los estudiantiles.
-¿Cuál es la relación que tiene Nexo con La Vallese?
Cuando estaba el MRS (Movimiento de Renovación de Sociales) en la conducción del centro, tenían el respaldo del Nexo. Pero desde hace 4 años fueron rompiendo su relación con la izquierda, en coincidencia con su acercamiento a política gubernamental. A partir de entonces comenzó a articularse con La Vallese, aunque ellos no pueden lograr hegemonía en el centro de estudiantes. Y están llevando adelante la estatuyente por fuera del centro.
En la conducción de La Vallese
Paranoia setentista
La red de correspondencias políticas que envuelve a La Vallese, se remonta 46 años atrás, cuando surgió Guardia de Hierro. El financiamiento por parte de la banda del Galleguito (ver: Centro de estudiantes…), anclan a la agrupación kirchnerista a manejos superiores y brindan la estructura cerrada, heredada de la vieja guardia. Es un partido de cuadros. Buscan militantes formados basados en el nacionalismo antiimperialista, aunque en su versión aggiornada: tecnócratas del Estado.
Paranoia setentista
La red de correspondencias políticas que envuelve a La Vallese, se remonta 46 años atrás, cuando surgió Guardia de Hierro. El financiamiento por parte de la banda del Galleguito (ver: Centro de estudiantes…), anclan a la agrupación kirchnerista a manejos superiores y brindan la estructura cerrada, heredada de la vieja guardia. Es un partido de cuadros. Buscan militantes formados basados en el nacionalismo antiimperialista, aunque en su versión aggiornada: tecnócratas del Estado.
Sin embargo, la Guardia de Hierro les legó algo más que su fisonomía. Eso se puede observar en el comportamiento y las actitudes de sus conductores. Alejandro Álvarez y Fabio Bellomo manejaban el grupo de derecha peronista. La cabeza de La Vallese también es bífida y esos lugares están a cargo de Christian Bay y Facundo.
No se los ve por la facultad, aunque uno ya se recibió y otro está a punto de hacerlo. Únicamente asisten a la casa de estudios para cerrar acuerdos puntuales. Y una reunión con ellos nos remite a los años setenta, cuando los servicios de inteligencia controlaban determinado tipo de reuniones. Si la cita es en un bar, una vez apostado allí esperando, alguien de la agrupación vendrá a avisarnos en secreto que se cambió el lugar de encuentro por medidas de seguridad. Algo que a muchos militantes de otras agrupaciones les cuesta comprender porque, si bien reconocen que las tareas de inteligencia, las prevenciones les resultan excesivas para estos tiempos.
Se manejan en círculos de personas confiables y de allí proviene el doble discurso que profesan. Uno puertas afuera, para los estudiantes en general. Es el que circula a través de sus folletos y el que dan a la prensa. El otro es íntimo, para los cuadros.
Llegar a ellos es complicado, sobre todo si se va a hacer muchas preguntas. Por eso mismo un dirigente kirchnerista desprendido de La Venceremos, aclaró off the record: “Te puedo arreglar una reunión, pero si empezás a preguntar me van a venir a cuestionar a mí de dónde saliste. Y si llegás a ellos, no me nombres porque me vas a meter en un quilombo”.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Vecinos, la función está por comenzar!
Patricios es un pueblo que renació gracias al teatro. Pero la sala donde se desarrolla la obra no tiene escenario, ni palcos, ni butacas. Sus calles son de tierra y los seis kilómetros de camino que separan al pueblo de la ruta nacional número 5, también. Los actores de la obra no viven en mansiones lujosas; sus casas son bajas y de material rústico sin revestimiento. Las puertas están abiertas, y los gajos de las cortinas de telas coloridas se balancean de adentro hacia fuera, y vuelven a entrar. En el patio de sus casas, no hay macetas ni enanos de jardín; hay gallinas, chanchos y terneros. Dos veces por semana se reúnen para ensayar la obra y el punto de encuentro es la vieja estación de la línea ferroviaria del Belgrano Sur. Pero por Patricios el tren ya no pasa, ahora pasan los actores.
Patricios es un pueblo de 600 habitantes. Pertenece a la localidad de 9 de Julio, y es uno de los tantos lugares que han recobrado su identidad gracias al teatro comunitario. Como la mayoría de los grupos que producen este tipo de prácticas artísticas y colectivas, la agrupación Patricios Unido de Pie surgió en el año 2002. La crisis política, económica y social por la que atravesó el pueblo argentino durante esos años, fundó la condiciones necesarias para que los vecinos de distintos barrios comenzaran a crear vínculos solidarios, y muchas de las asambleas vecinales que nacieron con ese fin encontraron en el teatro una herramienta de transformación social, que les brindaba la posibilidad de integración y los salvaba de morir en el individualismo de crisis. Así fue como muchos de estos vecinos que en el 2002 se reunían a protestar al ritmo de las cacerolas, cobraban patacones y concurrían a las ferias de trueques, hoy están ensayando su próxima obra.
Este tipo de teatro tiene características bien particulares que lo diferencian de otras experiencias artísticas. Aparte de su amateurismo, el teatro comunitario tiene una propuesta que lo define como tal. Su objetivo crear vínculos de integración en la sociedad, y recuperar las historias de los lugares de donde surgen. Es una forma de comunicación que se gesta en el seno de la cohesión social, la integración y la resistencia. Estos grupos se caracterizan por estar formados por vecinos de un barrio, y la temática de sus obras está basada en historias y conflictos reales de cada lugar. “Para entender lo que es el teatro comunitario, hay que verlo, hay hacerlo y hay que sentirlo”, afirma Mabel Hayes, coordinadora del grupo Patricios Unidos de Pie.
Los vecinos que participan del teatro comunitario asumen un compromiso que trasciende la obligación de ofrecer una buena actuación al público. Ellos están asumiendo un rol social que es el de trasmitir la historia de su comunidad a los demás que la integran, o al público que, sin compartir el lugar de pertenencia, se acerca a la plaza, a la estación o la calle para verlos. Son historias fundantes que han marcado y distinguido el lugar. En la obra “Nuestros Recuerdos”, los vecinos de Patricios cuentan la historia de ese pueblito que se fue formando alrededor de la estación del ferrocarril. En las décadas del 50 y 60, vivían seis mil los habitantes. Muchos eran empleados de los talleres del tren, otros eran maquinistas, pero para ese entonces Patricios también tenía otras posibilidades: había un cine, restaurantes y bares. Otros tantos, viajaban en tren todos los días a 9 de Julio para trabajar allí. Pero en 1961, el presidente Arturo Frondizi aplicó el Plan Larkin que decretó la reducción de la explotación ferroviaria, y en pos de desarrollismo, progresivamente las estaciones de menos tráfico fueron desapareciendo. En el año 1977 Patricios vio pasar el último tren. Una década más tarde, sólo quedaban 600 habitantes en ese lugar. Además de dar a conocer su historia, los vecinos de Patricios encontraron en el teatro la posibilidad de crear esos vínculos que se habían ido con el último tren. “El pueblo renació, ya no estamos sumergidos en el letargo de años atrás”, afirma Teodora Menéndez, integrante del grupo de teatro.
El teatro: una herramienta de transformación
Según los registros de la Red Nacional de Teatro comunitario, son cerca de cuarenta las agrupaciones vecinales que llevan adelante actividades artísticas con fines sociales. Veinte tres de ellas nacieron entre el 2001 y el 2004. Durante esos años, los vecinos experimentaron la necesidad de agruparse y crear vínculos solidarios, y encontraron en el teatro una herramienta de creación colectiva. Estos vecinos – actores, buscan recuperar historias del barrio que habían quedado en el olvido, y a través del arte de actuar, poder construir vínculos de identidad y concientización. Esta cultura popular se gesta en la voluntad colectiva de cada uno de los integrantes, que hacen del teatro un medio de resistencia y cambio. “La transformación comienza a gestarse en el propio vecino que se acerca al grupo para participar. En ese mismo instante deja de ser un mero consumidor de la cultura que el sistema le ofrece, para convertirse él mismo en un productor de cultura. Hay que entender al arte como un derecho de todos”, afirma Marcelo Rovera, coordinador del grupo de teatro comunitario Desde el Pie. Y agrega, “Durante períodos de crisis y conflictos sociales, el vecino deja de ser “el de al lado” o “el de enfrente”, para convertirse en el tipo que esta pasando por lo mismo que yo. Este es el puntapié inicial para que surjan agrupaciones comunitarias y tender lazos de identidad colectiva para llevar ese mensaje a los demás”.
La mayoría de las agrupaciones han ido sumando integrantes a su propuesta en los últimos años. Esto se debe a la difusión de sus actividades a través de medios de comunicación o por el comentario boca a boca de aquellos vecinos que se sorprenden cuando encuentran un grupo de teatro contando su historia en algún rincón del barrio. “La convocatoria a participar de la actividad es masiva: no importa la edad, el sexo, ni la religión. Tampoco es necesario que tengan experiencia ni dotes acotarles. El único requisito es que asuman el compromiso que la comunidad nos demanda”, alentó al publico Liliana Vázquez, directora del grupo Los Villurqueros, al finalizar su obra en el parque del museo Cornelio Saavedra.
Sin embargo, no todos los grupos han experimentado este auge en los últimos años. El caso del grupo de teatro Desde el Pie, es la excepción a la regla. Este grupo, surge en el año 2003 gracias a la voluntad de un grupo vecinos de Vicente López que con las cacerolas abolladas, encontraron en el teatro la forma de consolidar una identidad colectiva que se había diluido en el individualismo. El centro cultural cobró vida, el grupo de teatro llegó a contar con la participación de sesenta vecinos. “Nos unimos con la intención de hacer, de producir, de crear. Algunos, los que podían, encontraron la salida a la crisis en Ezeiza. Nosotros nos propusimos encontrarla más cerca: en nuestro centro cultural”, asintió Mirta Varla, vecina – actriz de Vicente López.
Desde el Pie, tuvo una particularidad que lo diferenció del resto de los grupos. Nació en una zona de mayor adquisición económica que las demás agrupaciones. Los integrantes, es su mayoría miembros de la clase media, que al igual que en las demás experiencias, habían sentido la defraudación del gobierno nacional, comenzaron a formar asambleas a compás del “Que se vayan todos”. Pero en el 2005, sintieron que la debacle social había cesado y que la estabilidad económica había vuelto a sus hogares. Así fue como en dos años, sólo quedaron ocho de los sesenta integrantes. La única actividad que sigue funcionado – “y a media asta”, confiesa Marcelo – es el teatro comunitario.
Los pioneros
El grupo Catalinas Sur es considerando el padre del teatro comunitario. Este grupo nace en el barrio porteño de La Boca, en el año 1983, cuando aún regía el poder del gobierno militar. La propuesta inicial fue reconstruir las redes solidarias que se habían desquebrajado durante los siete años de dictadura. Invitaban a los vecinos que vivían en el condominio Catalinas Sur, a que salieran de sus hogares para recuperar el espacio público perdido. Inicialmente, los talleres de teatro estaban organizados por la cooperadora de la escuela, pero el intendente del gobierno de facto, Osvaldo Cacciatore, prohibió a la mutual que continuara con el desarrollo de actividades comunitarias. Por este motivo, los organizadores trasladaron los talleres al aire libre y convocaron a Adherir Bianchi, actual director de Catalinas Sur, para coordinar el taller de teatro. Él afirma que la estructura del barrio facilitó la comunicación de los vecinos, ya que los edificios dan a un patio central en el que se hacían las reuniones. La propuesta fue que los vecinos comenzaran a producir arte desde el barrio y para el barrio.
En el año 2001, mientras comenzaban a surgir las nuevas agrupaciones de teatro comunitario, Catalinas Sur logró comprar el galpón en el que hoy desarrollan sus actividades. Actualmente cuenta con la participación de 300 vecinos – actores. Sus obras recuperan las historias de los inmigrantes que llegaron a nuestro país desde distintos lugares de Europa, dándole una gran importancia al valor de la diversidad cultural.
Catalinas Sur, además de ofrecer sus obras en el galpón de la calle Benito Pérez Galdós, recorre el país contando su historia y compartiendo su experiencia con otros grupos de arte comunitario.
La Red Nacional de Teatro Comunitario
Ante la necesidad de compartir con los demás las experiencias de cada grupo, como así también, de difundir este tipo de prácticas sociales, surgió la Red Nacional de Teatros Comunitarios, con el objetivo de nuclear las distintas agrupaciones y compartir sus creaciones. La irrupción de los nuevos grupos, despertó en los más antiguos el deseo de transmitirles sus vivenvias y fomentar la actividad. La Red está integrada por 38 agrupaciones, y se reúnen el primer jueves de cada mes en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Allí concurren los directores de cada agrupación y se organizan encuentros nacionales, seminarios y cursos de perfeccionamientos para los profesores de los talleres. La Red difunde la propuesta de crear agrupaciones comunitarias que recuperen la memoria del pueblo para poder construir un futuro mejor, más equitativo, más solidario. “Se trabaja desde las bases de la sociedad en pos de que el arte sea considerado una forma de expresión al que todos tienen el derecho de acceder, y desde allí, poder transformar el mundo en el que vivimos”- sostiene Teodora Vázquez – “Hay que subirse al tren del arte, y hacerlo andar”.
Daiana Trujillo
lunes, 19 de noviembre de 2007
Prostitución: El sexo como servicio, el cuerpo como mercancía.
Ante la pregunta “¿Por qué existe la prostitución?” el legislador se mueve incómodo en su silla, da un rodeo, habla de que siempre existió y siempre existirá, se refiere a la compleja psiquis femenina y termina diciendo, en términos económicos, que la oferta existe porque existe la demanda. Helio Rebot de Fuerza Baires, no es el único que ha presentado proyectos para reglamentar la prostitución, a la que considera un trabajo elegido libremente, “Hoy la prostitución está reglamentada en países del primer mundo como Holanda y Alemania”, defiende.
La prostitución no es delito en Argentina e incluso está reglamentada en algunas provincias. El impulso reglamentador avanza en el mundo de la mano de organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) que definen la situación de prostitución como trabajo. Lo que sí está penado es el proxenetismo, (el hombre o la mujer que lucra con la explotación sexual de otro/a), los prostíbulos y la prostitución infantil. La ley se encarga así de diferenciar lo permitido de lo prohibido; por un lado, distingue entre una prostitución voluntaria que es tolerada y a la que se intenta reglamentar y una prostitución forzada mediante el secuestro, la extorsión o el engaño –la trata de personas- que es aberrante. Por otro lado, separa la prostitución adulta, libremente elegida, y la prostitución de menores en la que no cuenta el consentimiento de la víctima. De esta forma, una niña puede pasar de ser prostituida a ser una trabajadora con sólo cumplir 18 años.
Graciela Collante milita hace once años en la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina por los Derechos Humanos (AMMAR-Capital), En su historia las fronteras entre prostitución ‘voluntaria’ y ‘forzada’ se difuminan, “A mí me trajeron engañada a los 19 años de Tucumán y me cagaron la vida”, resume. Vino a Buenos Aires tras la promesa de un trabajo que cuando llegó supo que era el de pararse en una esquina de Flores, “la prostitución no es trabajo –dice- es una situación de la que las mujeres luchamos por salir”, y considera que reglamentarla es avalar la explotación desde el Estado.
Para Rebot, en cambio, “es lógico que el Estado se siente con quienes ejercen la prostitución a ordenar la actividad para que los vecinos no sufran”. El proyecto de Rebot consistía en determinar lugares y horarios en los que el comercio sexual pudiera efectuarse a sus anchas, “Estudiamos la legislación de 60 países y la que más se adecuaba era la de Uruguay –y aclara- no es que a mi moleste o me deje de molestar que ejerzan la prostitución, pero si quieren hacerlo o si van a hacerlo de todas formas, que lo hagan en zonas donde no molesten a los demás”. El proyecto no fue aprobado, entre otras razones porque además de la discusión sobre cuales serían los lugares elegidos para la actividad, establecía un registro de trabajadores sexuales.
Al parecer, el legislador pasó por alto que Argentina ratificó en 1957 el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena (1949) En él, el Estado se comprometió a “adoptar todas las medidas necesarias para derogar o abolir cualquier ley, reglamento o disposición administrativa vigente, en virtud de la cual las personas dedicadas a la prostitución o de quienes se sospeche que se dedican a ella, tengan que inscribirse en un registro especial, que poseer un documento especial o que cumplir algún requisito excepcional para fines de vigilancia o notificación”.
Tampoco tuvo éxito el proyecto presentado por el diputado de la Ciudad, Rodrigo Herrera Bravo de Compromiso para el Cambio, que además del registro de la población prostituida, pretendía crear una “Policía Profiláctica” encargada de mantener en regla la libreta sanitaria en ‘pro’ de la salud de los clientes.
Algunas de las razones que esgrimen quienes están a favor de reglamentar la prostitución es que si se legaliza, disminuiría el tráfico y la trata de personas, que en el 90 por ciento de los casos afecta a mujeres que son destinadas a explotación sexual. Sin embargo los datos que ofrece la Coalición Internacional Contra el Tráfico de Mujeres (CATW en su sigla en inglés) desmienten esta presunción. En un informe del 2004 que evaluaba el impacto de legalización de la prostitución en Holanda afirmaba que, el 80 por ciento de las mujeres que trabajan en los prostíbulos de los Países Bajos, eran extranjeras de Europa del Este. Con respecto a la situación en Alemania en la que a partir de enero del 2002 se estableció la prostitución como un trabajo legítimo, la CATW denunció que el 75 por ciento de las mujeres que ejercían la prostitución eran extranjeras que procedían de Uruguay, Argentina, Paraguay y otros países de Sudamérica. De esta forma, los traficantes logran sacar provecho de la legalidad con la que cuentan para introducir a mujeres en la industria de la prostitución, enmascarando el hecho de que estas mujeres han sido traficadas.
Suecia, en cambio, prohibió la prostitución en 1999. La ley castiga al cliente y no a la mujer, y ha demostrado ser efectiva para reducir el tráfico. Según el Lobby Europeo de Mujeres, la experiencia sueca es un “modelo para mejorar la igualdad entre hombres y mujeres y combatir efectivamente el tráfico y la explotación”.
“¿Alguien quiere pensar en los niños?”
Mientras la preocupación de Rebot era la tranquilidad del vecino y la de Herrera Bravo la de los consumidores de prostitución, Alejandro Rabinovich, legislador de la Ciudad por Afirmación para una República Igualitaria (ARI) se preocupó por los menores que son explotados sexualmente. Rabinovich logró -tras dos años de debates- que se apruebe una modificación en el Código Contravencional que persigue al “facilitador” de prostitución infantil, “A partir de esta ley, podemos penetrar en la red de trata y de prostitución de menores a través del que comete una contravención. Al que te da un papel que dice ‘nenas, 30 pesos’, le corresponde una multa o prisión por tres meses, pero además nos abre la puerta a toda la red”, asegura. La ley permite caer sobre el volantero como “facilitador” si los prostituyentes promocionan sus “servicios” explicitando que se trata de niños/as, es decir, siempre que confiesen a cara descubierta que están cometiendo un delito.
A pesar del inconveniente que eso significa, los prostituyentes no se caracterizan por la sutileza, evitan la palabra “niñas” o “nenas” pero en el rubro 59 del gran diario argentino pueden leerse ofertas de “Diositas VIP”, “Mujeres chi-qui-tas” o un inquietante anuncio que asegura “Mujeres flacas, 40 kg.”. Rabinovich, asegura que, a partir de la ley, “esas promociones están prohibidas -y agrega- Un fiscal puede tomar ese diario, llamar haciéndose pasar por cliente y hacer un allanamiento”. Es tranquilizador saber que puede hacerlo gracias a la ley. Con respecto a la responsabilidad del diario, Rabinovich reconoce con impotencia la imposibilidad de sancionar la promoción semi-encubierta de prostitución infantil, “Podemos lograr que Clarín estilice el lenguaje, pero el rubro 59 representa una ganancia económica muy importante a la que no va a renunciar”, dice resignado.
Para Sara Torres, co-coordinadora de la Red No a la Trata, la edad debería ser un agravante en el caso de que sean menores, pero no debería ser condición para que se persiga el delito de prostitución ajena. Si el proxenetismo es delito y los prostíbulos son ilegales, ¿cómo pueden operar con impunidad? Rabinovich no se ruboriza al decir que “son lugares de vista gorda”.
Las mujeres se organizan
La Asociación AMMAR nació en el ‘95, para luchar contra los edictos policiales, “En ese tiempo no sabíamos que hacer, no sabíamos que teníamos derechos. Venía la policía y te llevaba del flequillo, nosotras solitas subíamos al patrullero. Tuve que educar a muchos policías” recuerda Graciela.
En el 2003, la Asociación se dividió en AMMAR-CTA (o nacional) y AMMAR-Capital. La diferencia central fue que las mujeres nucleadas en AMMAR nacional se consideran “trabajadoras sexuales” y avanzan sobre la sindicalización de la actividad, postura que no comparte AMMAR-Capital, para quienes, la pobreza, la falta de educación y de oportunidades reales de trabajo son las exigencias a las que el Estado debe dar respuesta. “Entender que cualquier mujer puede ser víctima de las redes de trata es un paso importante para visibilizar que esta opresión la sufrimos todas –señala Graciela- y también entender que prostituirse, es la respuesta ante una necesidad que una no sabe como enfrentar”.
La abogada Marta Fontenla, integrante de la Asociación de Trabajos y Estudios sobre la Mujer (ATEM-25 de Noviembre) explica que el modelo al que las leyes intentan ajustar el comercio sexual es el de contrato de compra-venta de bienes o servicios del libre comercio. Un contrato en esos términos es un acuerdo entre dos personas libres y autónomas, que se encuentran en igualdad de condiciones. Desde este punto de vista, la mujer en situación de prostitución contrataría con el cliente, el uso de su cuerpo por un tiempo determinado. Es un contrato entre privados que no afecta a nadie. Pero Fontenla considera que esta visión contractualista, esconde que “las mujeres no se prostituyen, son prostituidas por clientes y proxenetas protegidos por el estado. Las mujeres se ven obligadas por la necesidad económica, por presiones de todo tipo y por la violencia real y simbólica, que deja a la mujer como objeto disponible para la satisfacción de los varones”.
La ciudad PROgre
Sara Torres afirma, “Argentina es un país abolicionista por lo que su meta debería ser erradicar la prostitución”. Hoy las agrupaciones de mujeres y minorías sexuales, temen que los proyectos de reglamentar la prostitución sean reflotados a partir de la gestión que Mauricio Macri asumirá en diciembre en la Ciudad. Entonces es posible que se instalen zonas rojas y libretas sanitarias para un sector de la población, que será llamada “trabajadora”. Otro sector de la población estará feliz con el cambio: los vecinos que hoy tienen que “soportar” la prostitución en sus veredas y otros estarán seguros de consumir carne en buen estado: los clientes. Y todo eso, si sucede, no va a ser sólo legal, sino que también va a ser considerado “progre”.
Mariela Acevedo
La prostitución no es delito en Argentina e incluso está reglamentada en algunas provincias. El impulso reglamentador avanza en el mundo de la mano de organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) que definen la situación de prostitución como trabajo. Lo que sí está penado es el proxenetismo, (el hombre o la mujer que lucra con la explotación sexual de otro/a), los prostíbulos y la prostitución infantil. La ley se encarga así de diferenciar lo permitido de lo prohibido; por un lado, distingue entre una prostitución voluntaria que es tolerada y a la que se intenta reglamentar y una prostitución forzada mediante el secuestro, la extorsión o el engaño –la trata de personas- que es aberrante. Por otro lado, separa la prostitución adulta, libremente elegida, y la prostitución de menores en la que no cuenta el consentimiento de la víctima. De esta forma, una niña puede pasar de ser prostituida a ser una trabajadora con sólo cumplir 18 años.
Graciela Collante milita hace once años en la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina por los Derechos Humanos (AMMAR-Capital), En su historia las fronteras entre prostitución ‘voluntaria’ y ‘forzada’ se difuminan, “A mí me trajeron engañada a los 19 años de Tucumán y me cagaron la vida”, resume. Vino a Buenos Aires tras la promesa de un trabajo que cuando llegó supo que era el de pararse en una esquina de Flores, “la prostitución no es trabajo –dice- es una situación de la que las mujeres luchamos por salir”, y considera que reglamentarla es avalar la explotación desde el Estado.
Para Rebot, en cambio, “es lógico que el Estado se siente con quienes ejercen la prostitución a ordenar la actividad para que los vecinos no sufran”. El proyecto de Rebot consistía en determinar lugares y horarios en los que el comercio sexual pudiera efectuarse a sus anchas, “Estudiamos la legislación de 60 países y la que más se adecuaba era la de Uruguay –y aclara- no es que a mi moleste o me deje de molestar que ejerzan la prostitución, pero si quieren hacerlo o si van a hacerlo de todas formas, que lo hagan en zonas donde no molesten a los demás”. El proyecto no fue aprobado, entre otras razones porque además de la discusión sobre cuales serían los lugares elegidos para la actividad, establecía un registro de trabajadores sexuales.
Al parecer, el legislador pasó por alto que Argentina ratificó en 1957 el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena (1949) En él, el Estado se comprometió a “adoptar todas las medidas necesarias para derogar o abolir cualquier ley, reglamento o disposición administrativa vigente, en virtud de la cual las personas dedicadas a la prostitución o de quienes se sospeche que se dedican a ella, tengan que inscribirse en un registro especial, que poseer un documento especial o que cumplir algún requisito excepcional para fines de vigilancia o notificación”.
Tampoco tuvo éxito el proyecto presentado por el diputado de la Ciudad, Rodrigo Herrera Bravo de Compromiso para el Cambio, que además del registro de la población prostituida, pretendía crear una “Policía Profiláctica” encargada de mantener en regla la libreta sanitaria en ‘pro’ de la salud de los clientes.
Algunas de las razones que esgrimen quienes están a favor de reglamentar la prostitución es que si se legaliza, disminuiría el tráfico y la trata de personas, que en el 90 por ciento de los casos afecta a mujeres que son destinadas a explotación sexual. Sin embargo los datos que ofrece la Coalición Internacional Contra el Tráfico de Mujeres (CATW en su sigla en inglés) desmienten esta presunción. En un informe del 2004 que evaluaba el impacto de legalización de la prostitución en Holanda afirmaba que, el 80 por ciento de las mujeres que trabajan en los prostíbulos de los Países Bajos, eran extranjeras de Europa del Este. Con respecto a la situación en Alemania en la que a partir de enero del 2002 se estableció la prostitución como un trabajo legítimo, la CATW denunció que el 75 por ciento de las mujeres que ejercían la prostitución eran extranjeras que procedían de Uruguay, Argentina, Paraguay y otros países de Sudamérica. De esta forma, los traficantes logran sacar provecho de la legalidad con la que cuentan para introducir a mujeres en la industria de la prostitución, enmascarando el hecho de que estas mujeres han sido traficadas.
Suecia, en cambio, prohibió la prostitución en 1999. La ley castiga al cliente y no a la mujer, y ha demostrado ser efectiva para reducir el tráfico. Según el Lobby Europeo de Mujeres, la experiencia sueca es un “modelo para mejorar la igualdad entre hombres y mujeres y combatir efectivamente el tráfico y la explotación”.
“¿Alguien quiere pensar en los niños?”
Mientras la preocupación de Rebot era la tranquilidad del vecino y la de Herrera Bravo la de los consumidores de prostitución, Alejandro Rabinovich, legislador de la Ciudad por Afirmación para una República Igualitaria (ARI) se preocupó por los menores que son explotados sexualmente. Rabinovich logró -tras dos años de debates- que se apruebe una modificación en el Código Contravencional que persigue al “facilitador” de prostitución infantil, “A partir de esta ley, podemos penetrar en la red de trata y de prostitución de menores a través del que comete una contravención. Al que te da un papel que dice ‘nenas, 30 pesos’, le corresponde una multa o prisión por tres meses, pero además nos abre la puerta a toda la red”, asegura. La ley permite caer sobre el volantero como “facilitador” si los prostituyentes promocionan sus “servicios” explicitando que se trata de niños/as, es decir, siempre que confiesen a cara descubierta que están cometiendo un delito.
A pesar del inconveniente que eso significa, los prostituyentes no se caracterizan por la sutileza, evitan la palabra “niñas” o “nenas” pero en el rubro 59 del gran diario argentino pueden leerse ofertas de “Diositas VIP”, “Mujeres chi-qui-tas” o un inquietante anuncio que asegura “Mujeres flacas, 40 kg.”. Rabinovich, asegura que, a partir de la ley, “esas promociones están prohibidas -y agrega- Un fiscal puede tomar ese diario, llamar haciéndose pasar por cliente y hacer un allanamiento”. Es tranquilizador saber que puede hacerlo gracias a la ley. Con respecto a la responsabilidad del diario, Rabinovich reconoce con impotencia la imposibilidad de sancionar la promoción semi-encubierta de prostitución infantil, “Podemos lograr que Clarín estilice el lenguaje, pero el rubro 59 representa una ganancia económica muy importante a la que no va a renunciar”, dice resignado.
Para Sara Torres, co-coordinadora de la Red No a la Trata, la edad debería ser un agravante en el caso de que sean menores, pero no debería ser condición para que se persiga el delito de prostitución ajena. Si el proxenetismo es delito y los prostíbulos son ilegales, ¿cómo pueden operar con impunidad? Rabinovich no se ruboriza al decir que “son lugares de vista gorda”.
Las mujeres se organizan
La Asociación AMMAR nació en el ‘95, para luchar contra los edictos policiales, “En ese tiempo no sabíamos que hacer, no sabíamos que teníamos derechos. Venía la policía y te llevaba del flequillo, nosotras solitas subíamos al patrullero. Tuve que educar a muchos policías” recuerda Graciela.
En el 2003, la Asociación se dividió en AMMAR-CTA (o nacional) y AMMAR-Capital. La diferencia central fue que las mujeres nucleadas en AMMAR nacional se consideran “trabajadoras sexuales” y avanzan sobre la sindicalización de la actividad, postura que no comparte AMMAR-Capital, para quienes, la pobreza, la falta de educación y de oportunidades reales de trabajo son las exigencias a las que el Estado debe dar respuesta. “Entender que cualquier mujer puede ser víctima de las redes de trata es un paso importante para visibilizar que esta opresión la sufrimos todas –señala Graciela- y también entender que prostituirse, es la respuesta ante una necesidad que una no sabe como enfrentar”.
La abogada Marta Fontenla, integrante de la Asociación de Trabajos y Estudios sobre la Mujer (ATEM-25 de Noviembre) explica que el modelo al que las leyes intentan ajustar el comercio sexual es el de contrato de compra-venta de bienes o servicios del libre comercio. Un contrato en esos términos es un acuerdo entre dos personas libres y autónomas, que se encuentran en igualdad de condiciones. Desde este punto de vista, la mujer en situación de prostitución contrataría con el cliente, el uso de su cuerpo por un tiempo determinado. Es un contrato entre privados que no afecta a nadie. Pero Fontenla considera que esta visión contractualista, esconde que “las mujeres no se prostituyen, son prostituidas por clientes y proxenetas protegidos por el estado. Las mujeres se ven obligadas por la necesidad económica, por presiones de todo tipo y por la violencia real y simbólica, que deja a la mujer como objeto disponible para la satisfacción de los varones”.
La ciudad PROgre
Sara Torres afirma, “Argentina es un país abolicionista por lo que su meta debería ser erradicar la prostitución”. Hoy las agrupaciones de mujeres y minorías sexuales, temen que los proyectos de reglamentar la prostitución sean reflotados a partir de la gestión que Mauricio Macri asumirá en diciembre en la Ciudad. Entonces es posible que se instalen zonas rojas y libretas sanitarias para un sector de la población, que será llamada “trabajadora”. Otro sector de la población estará feliz con el cambio: los vecinos que hoy tienen que “soportar” la prostitución en sus veredas y otros estarán seguros de consumir carne en buen estado: los clientes. Y todo eso, si sucede, no va a ser sólo legal, sino que también va a ser considerado “progre”.
Mariela Acevedo
jueves, 15 de noviembre de 2007
Washington Cucurto: voz y vida
Porque no hay otro que hable como él, él habla. Su voz florece, avanza, derruye y vence. Canta su victoria indiscutida ante tantos otros discursos que ya estaban muertos antes de nacer.
Santiago Vega, más conocido por su seudónimo, Washington Cucurto, habla. Hijo de la híbrida cultura popular argentina de fin de siglo, el escritor de 34 años, oriundo de Quilmes, es como un Roberto Fontanarrosa aún más maleducado, pero también puede ser un Julio Cortázar sin el francés y sin los ’60. Sea como fuere, la trasgresión es su marca.
Sexo, cumbia y marginalidad son algunos de los temas que retrata. Pero la genialidad de su obra no está en los tópicos que elige sino en su fidelidad. Cucurto es fiel porque escribe nada menos que sobre su propia historia.
Acerca de su primer libro de poesías, Zelarrayán, publicado en 1998, el escritor decía, en una entrevista ese mismo año: “Esta obra tiene mucho que ver con mi vida, con mi infancia, con mi padre, vendedor ambulante, que les vendía cosas a paraguayos, bolivianos, peruanos... En un momento tuve la necesidad de contar ese mundo, toda esa cosa de la inmigración”.
El arte de Cucurto pone un megáfono donde no lo hay. Saca a la luz el vocabulario de los pobres, dice lo que ellos dicen todos los días. “Megabardero”, “ultratrola”, “ticki cumbiantera” son sólo algunos adjetivos. Su valor está en su manera de reflejar ese modo de ver el mundo que se reinventa continuamente para afrontar los resultados de la crisis: la precarización laboral, la droga, la desintegración de la familia y por sobre todo, el rescate apremiante de la esperanza y el humor en el transcurrir cotidiano.
“La mía es una literatura basada en el ridículo, en el absurdo, en el despepite de vivacidades estrafalarias, de dominicanas sensuales, en un descenso estruendoso de caribepeguas, en un conventillo volando, en el gesto karadajianesco de arrebatos bonapartianos, en el tickigarche con cariño”, dice Cucurto, y cuesta no asociar esas palabras con el “glíglico” de La Maga y Oliveira en la Rayuela de Cortázar.
“Góndolas, góndolas, góndolas, mírenlas, hijas mías, hermanas y primas, como me encantaría ser un robot de pija de fierro pa embambinármelas a todas que es lo que les falta para ser mejores que la mejor vedettes...”, deseaba el protagonista de uno de sus cuentos, que trabajaba como repositor en un supermercado.
Cucurto define a su obra como “realismo atolondrado”, quizá porque le cuesta compararse con los escritores tradicionales, a pesar de las numerosas publicaciones que tiene en su haber.
Hijo del fin de las certezas, más preocupado por la búsqueda que por el arribo a conclusiones últimas, Cucurto habla. Porque nadie lo hace como él. Y su voz vence por el sólo hecho de que se hace oír. Vence porque, como él mismo dice, construye “una poesía sin más ambiciones que la de vivir”.
Rosana Quiñoa
Santiago Vega, más conocido por su seudónimo, Washington Cucurto, habla. Hijo de la híbrida cultura popular argentina de fin de siglo, el escritor de 34 años, oriundo de Quilmes, es como un Roberto Fontanarrosa aún más maleducado, pero también puede ser un Julio Cortázar sin el francés y sin los ’60. Sea como fuere, la trasgresión es su marca.
Sexo, cumbia y marginalidad son algunos de los temas que retrata. Pero la genialidad de su obra no está en los tópicos que elige sino en su fidelidad. Cucurto es fiel porque escribe nada menos que sobre su propia historia.
Acerca de su primer libro de poesías, Zelarrayán, publicado en 1998, el escritor decía, en una entrevista ese mismo año: “Esta obra tiene mucho que ver con mi vida, con mi infancia, con mi padre, vendedor ambulante, que les vendía cosas a paraguayos, bolivianos, peruanos... En un momento tuve la necesidad de contar ese mundo, toda esa cosa de la inmigración”.
El arte de Cucurto pone un megáfono donde no lo hay. Saca a la luz el vocabulario de los pobres, dice lo que ellos dicen todos los días. “Megabardero”, “ultratrola”, “ticki cumbiantera” son sólo algunos adjetivos. Su valor está en su manera de reflejar ese modo de ver el mundo que se reinventa continuamente para afrontar los resultados de la crisis: la precarización laboral, la droga, la desintegración de la familia y por sobre todo, el rescate apremiante de la esperanza y el humor en el transcurrir cotidiano.
“La mía es una literatura basada en el ridículo, en el absurdo, en el despepite de vivacidades estrafalarias, de dominicanas sensuales, en un descenso estruendoso de caribepeguas, en un conventillo volando, en el gesto karadajianesco de arrebatos bonapartianos, en el tickigarche con cariño”, dice Cucurto, y cuesta no asociar esas palabras con el “glíglico” de La Maga y Oliveira en la Rayuela de Cortázar.
“Góndolas, góndolas, góndolas, mírenlas, hijas mías, hermanas y primas, como me encantaría ser un robot de pija de fierro pa embambinármelas a todas que es lo que les falta para ser mejores que la mejor vedettes...”, deseaba el protagonista de uno de sus cuentos, que trabajaba como repositor en un supermercado.
Cucurto define a su obra como “realismo atolondrado”, quizá porque le cuesta compararse con los escritores tradicionales, a pesar de las numerosas publicaciones que tiene en su haber.
Hijo del fin de las certezas, más preocupado por la búsqueda que por el arribo a conclusiones últimas, Cucurto habla. Porque nadie lo hace como él. Y su voz vence por el sólo hecho de que se hace oír. Vence porque, como él mismo dice, construye “una poesía sin más ambiciones que la de vivir”.
Rosana Quiñoa
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